lunes, 28 de febrero de 2011

Truman y el Punto IV

Después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, es decir, en 1945, surge en Estados Unidos de Norteamérica, con el mandato del Ex-Presidente Truman, la famosa doctrina del mismo nombre, conocida como doctrina Truman. Esta doctrina nace un cuatrienio más tarde de haber terminado la famosa guerra, en 1949.

Como el protagonismo no existe sin su antagonismo, pronto tuvo su opositor, éste fue, Henry Wallace, quien aducía que dicha postura; (la concepción trumiana), podía pasar de la guerra fría a la guerra armada. Fue aceptada por el Senado del país y a la luz de dicha decisión, nació el Plan Marshall y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Esta doctrina reflejaba el espíritu de contención al comunismo, el fantasma que ha utilizado como subterfugio o excusa artificiosa EE.UU. para invadir a muchos pueblos del orbe.

El plan contaba con cuatro puntos que se detallan de la manera siguiente:
1. Apoyo a las Naciones Unidas.
2. Continuación del Plan Marshall.
3. Refuerzos contra agresiones a las naciones amantes de la libertad.
4. Ayuda técnica a los países del mundo que la necesiten para el sostenimiento de la paz y las instituciones democráticas.

En desprendimiento del cuarto punto, Truman preparó lo que sería el famoso plan conocido como (audaz nuevo programa). Parecido al de la (OTAN) y el Plan Marshall.

El 20 de enero de 1949, Truman dijo lo siguiente: “Más de la mitad de los habitantes del mundo viven en condiciones casi miserables (dije al esbozar el punto cuarto). Su comida es insuficiente, son víctimas de las enfermedades, su vida económica es primitiva y estacionaria, su pobreza es una desventaja y una amenaza tanto para ellos como para los países más prósperos (…).

Este discurso tiene sesenta y dos años de haberse pronunciado y parece que fue hoy cuando se planteó, pero nada hacen las grandes naciones para ayudar a los más desprotegidos. Mire hacia su alrededor y no tendrá que mirar hacia el África buscando algún país, para confirmar la veracidad del discurso.