martes, 21 de agosto de 2007

Una terrible enfermedad

¡Mi país está tan enfermo y aturdido, que al parecer de cuya enfermedad no podrá recuperase; sin embargo, dicha enfermedad se expande por doquier. Como aquella (Peste Blanca), esta epidemia azota sin clemencias!

Un poco cogitabundo, meditaba sobre el mal que invade mi país, y, sin ser galeno, me encantaría conseguir la fórmula para dicho mal.

Esta enfermedad no afecta a los que la poseen, sino a los que están distantes
(El Pueblo) de quienes están infectados, (Los de la Administración Pública).
La enfermedad se llama: Corrupcionitis Administrativitis Aguda.

La epidemia sólo afecta: La moral, la ética, la honradez, la humildad y las buenas costumbres de los ciudadanos que están “llamados a representarnos” (?) en las instituciones públicas del Estado.

Nuestra ¡“democracia”!, es, además, sólo un eufemismo de lo que podría ser una pura oligarquía.
¡Nuestra democracia está enferma, pues, también ha sido infectada por los corruptos!

Cuando el cuatrienio se está acabando y los que están en el poder no han podido meter la mano negra, empieza la debacle para no irse con ellas vacías.

Hagamos una reminiscencia de la enfermedad y sus posibles orígenes:

Un ejemplo sencillo que aconteció en la media isla por allá por los (1766). Cuando muere el Tesorero de las Cajas Reales don Raymundo de Esparza, ocurre el gran destape de la verdadera conducta y gestión de dicho funcionario, quien solapadamente cometía numerosos actos comerciales al margen de los intereses reales, convirtiéndose de un recto y sobrio funcionario real, en un fraudulento y corrupto desfalcador.

Francisco de Gazcué y Olaiz, quien se mantiene en el cargo por 15 meses, cometiendo tantos o más desaciertos que el propio Esparza. Surgió la primera anomalía cuando se notó que faltaban del Real Erario unas 221,392 reales, que existían en papeletas caducas. Poco después aparece la irregularidad de que existían en los libros 127 mil pesos menos de los que realmente se detallaron en papeletas. También ocurrió la denuncia de Juan Ramón de Torres, quien expresó al Rey que don Juan Bautista Villanseca había depositado en garantía de las reales cajas la suma de 22,300 pesos, suma con que Gazcué ocupó la que hubo de sustraer.

Don Raymundo de Esparza se mantuvo sobrio en su forma de vivir. Siempre gozó del respeto y admiración de la sociedad, que le observó su adusta y rígida dedicación. Por la clandestinidad, sin embargo, se mantuvo ligado a la mayoría de los negocios de la época. Este es el mayor ejemplo del típico funcionario que ha primado por la Hispanoamérica, encarnado en Tirano Banderas y sus secuaces y en el famoso “Señor Presidente”

El descubrimiento del fraude en las Cajas Reales, fue quizás el primer gran escándalo que estremeció fuertemente la opinión pública nacional. Ha sido el predecesor a todos los escándalos y crisis posteriores que han tenido sus ultimas manifestaciones en el Caso Baninter y el “Pepegate”, sin recordar el caso “Peme” o la casa de campo del Presidente, o el caso Bienes Nacionales, o el caso Omsa, o el caso Silvio Carrasco y el INRI, o un poco mas atrás los casos de Bahía de las Águilas, y el caso Aduanas.
Pero la historia no termina con dos Esparza, ni con los múltiples e innominados Gobiernos extranjeros, tanto españoles, franceses, como haitianos. A partir de la instauración de la Republica se han sucedido cientos de gobiernos, unos cortos, unos un poco más largos, pero la característica predominante ha sido en la gran mayoría la falta de transparencia en las acciones administrativas, el uso de arbitrario del erario público, el tráfico de influencias, y la represión.

El ejemplo más fidedigno en la 2da República, resultarían los Gobiernos de Ulises Heureaux, 1887-1889, 1889-1893, 1893-1897 y 1897-1899. Estos gobiernos se caracterizaron indudablemente por elevar los niveles de corrupción a puntos sin precedentes. Utilizando el soborno, el robo, la represión, la emisión de dinero sin fondos, y el trafico de influencia para mantenerse en el poder. Los niveles de corrupción registrados cuando Lilis, resultarían solo comparables con los que se produjeron durante los Gobiernos del Doctor Balaguer, sesenta y siente años después. Los Gobiernos de Balaguer Ricardo, de 1966-1970, 1970-174 y 1974-1978, resultaron la academia de la corrupción, la represión, el abuso de la constitucionalidad y los derechos humanos, del tráfico de influencias, del nepotismo, del despotismo, el populismo, y del terrorismo de Estado, para los gobiernos posteriores.

“La corrupción se detiene, en la puerta de mi despacho” Doctor Balaguer.

El Art. 2 de la Constitución nos dice lo siguiente:
La soberanía nacional corresponde al pueblo, de quien emanan todos los poderes del Estado, los cuales se ejercen por representación.

¿De que le sirve al pueblo tener la soberanía, si quienes están ‘’encargados de representarlos’’, son enfermos morales, corruptos y usurpadores del erario publico? Los fondos de recaudación de cada unos de los dominicanos son utilizados no para bien social, sino para el bien particular.

¡Ay!, !ay!, ¡ay! De aquel que por asuntos famélicos realice un robo de un salami, mejor será que ni por sus designios pase tal cosa, pues se quedará en la cárcel por unos 10 años como mínimo.
¡Ah salami que sale costoso!

Este mal patológico que afecta mi nación, y cuyos síntomas se presentan con las siguientes características, no son nada extraño para usted que lee este articulo.

Veamos los síntomas:
Un analfabetismo de un 16.3 por % de la población está sin saber nada, ni como se escribe y lee su nombre.

La Oficina Nacional de Estadística (ONE), nos dice en el periódico Clave Digital, del 10/08/07, lo siguiente: En estado de indigencia están de los 9, 183,984, dominicancanos, un total de 8.6%.
El Almanaque Mundial 2007, nos ofrece la cantidad de dominicanos hasta el 2003, del ‘’censo’’ aquel.

Una escasez de empleo (17 % de la población al 2005) que destroza las vidas útiles de los domininicanos. Falta de recursos para estudiar impulsándolos a desertar de los estudios, inflación, hambre, pobreza, indigencia; en la salud un cero con los hospitales, libros que sus elevados precios impulsan a los estudiantes a desviarse por las copias.

(El conocimiento es burgués, pues no se sienta en la mesa de los pobres a comer con ellos, sin embargo, prefiere ir con los opulosos, donde no hay llantos ni miserias por antonomasia).

¿Podrá un dominicano con hambre, pensar en comprar un libro, en los costos que se encuentran?
Los hijos de estos dominicanos, sólo sabrán que lloverá, por las concepciones empíricas, de que cuando el cielo se nubla, en ocasiones llueve.

Los actos de corrupción, ¿qué negocio éste de los funcionarios?

Los actos corruptivos más recientes: [¿Qué pasó con los actos de corrupción del Roc Kash y los 2 millones de Dóllares que recibieron los funcionarios por dejar traer los desechos tóxicos desde la isla del encanto, hacia la isla del desencanto y la desgracia?], [Los invernaderos], [El caso Baninter con los 55 mil millones], [El Pepe Card], [El PEME y los 1.483 millones], [El Plan REROBE, digo, RENOVE y los 1800 Millones].

Un país corrupto jamás podrá salir hacia delante. Se pueden ver en las calles los niños pedigüeños, los trabajadores informales en demasía, los asaltos, atracos, robos, homicidios, asesinatos; el famoso macuteo en las instituciones públicas, etc.,

Dijo Fredrich Nietzsche (1844-1900): ‘’El Estado es el ladrón más grande entre todos los ladrones, pues, éste, es tan ladrón que hasta con los dientes que muerde son robados’’
Obra ‘’Así Habló Zaratustra’’

Estos son partes de los vicios que surgen de un país corrupto y podrido.

Quizás sea una pregunta ingenua o utópica, pero ¿podremos llegar un día a tener un país sin corrupción?

Hasta la próxima…

1 comentario:

Unknown dijo...

Buenas Noches

Estimado compañer, le comento que realmente cada vez son mas interesantes sus intervencines....

Pienso igual que usted sobre este país, tal y como usted lo narra en su articulo.

De veras, muy bueno y muy acabado.

Felicidades..!!

Atte,

Alexander Baez